miércoles, 22 de febrero de 2012

Tratamiento

TRATAMIENTO
            El médico y el paciente deben decidir la forma de tratamiento después de considerar diversos factores. Entre ellos se encuentran la edad del paciente, el estadio del tumor, su salud general y la presencia de cualquier enfermedad asociada que deba tenerse en cuenta. Además, han de valorarse las preferencias personales del paciente y los riesgos y beneficios de cada protocolo de tratamiento antes de tomar una decisión.
TIPOS DE TRATAMIENTO
·         Cirugía
·         Resección transuretral
·         Criocirugía
·         Terapias sistémicas (hormonal)
·         Radioterapia
·         Quimioterapia

CIRUGÍA
             La cirugía para el cáncer de próstata varía de extirpar sólo el crecimiento canceroso, a la extirpación de toda la próstata y de los ganglios linfáticos circundantes.
            PROSTATECTOMÍA RADICAL. Consiste en la extirpación de la próstata y parte del tejido que lo rodea. La cirugía se puede realizar mediante una incisión en el espacio situado entre el escroto y el ano (prostatectomía perineal) o mediante una incisión en el abdomen inferior (prostatectomía retropúbica). La prostatectomía radical se lleva a cabo solo si el cáncer no se ha diseminado fuera de la próstata.

            En algunos casos de cáncer de próstata avanzado, puede estar indicada la extirpación de los testículos, estas glándulas son el productor principal de la testosterona en el cuerpo, la cual estimula el crecimiento del cáncer de próstata. Los efectos colaterales principales de la extirpación de próstata son la impotencia y la incontinencia urinaria, generalmente son temporales, pero en algunos casos pueden ser permanentes.
RESECCIÓN TRANSURETRAL
            Consiste en la extirpación del cáncer de próstata empleando un instrumento que se introduce a la próstata a través de la uretra. Esta operación a veces se hace para aliviar los síntomas causados por el tumor antes de aplicar otro tratamiento, o en los hombres que no pueden soportar una prostatectomía radical debido a la edad u otra enfermedad.
CRIOCIRUGÍA
            La criocirugía consiste en congelar las células cancerosas para matarlas, de inmediato y con precisión milimétrica. Se emplea el ultrasonido transrectal para guiar la ubicación de varias sondas o crioagujas en la próstata y se emplea gas argón para enfriar rápidamente las zonas cancerosas. Después de que se congela el tejido, se hace pasar gas helio por las mismas agujas para descongelar el tejido.
            Al mismo tiempo se introduce otra sonda por la uretra, por la cual se pasa solución salina tibia con el fin de que no se congele la uretra. Esta técnica se realiza con anestesia epidural.
            Esta técnica se suele emplear en aquellos pacientes que, por sus condiciones físicas, no pueden soportar una cirugía o un tratamiento con radioterapia.

TERAPIAS SISTÉMICAS (HORMONAL)
            Se puede reducir el crecimiento del cáncer de próstata (al menos en forma temporal) al reducir el suministro de hormonas. Se puede utilizar esta terapia para cáncer localizado, junto con radiación, o para tratamiento de la enfermedad avanzada. Al reducir la concentración de testosterona en el cuerpo, se puede prevenir el crecimiento del cáncer por aproximadamente seis meses y más de diez años.
             Las terapias hormonales actúan por más tiempo en hombres con canceres menos avanzados, menos agresivos o en canceres que contienen una porción más elevada de células sensibles a las hormonas.
            El control de la concentración de testosterona en el cuerpo está bajo control de otra hormona, ubicada en el cerebro. La hormona luteinizante se hace en la glándula pituitaria del cerebro y controla la liberación de testosterona. Al reducir la hormona luteinizante, se puede reducir la testosterona. Si se reduce la testosterona, se reducen las células de cáncer de próstata, se reduce el antígeno específico de próstata y en algunos casos, se prolonga la supervivencia.
            ORQUIECTOMÍA. Es la extirpación quirúrgica de los testículos. Cuando se extirpan los testículos, se elimina la fuente de 95% de la testosterona del cuerpo. Esto reduce el crecimiento del cáncer. La orquiectomía se reserva por lo general para canceres avanzados que no se han detenido con otros tratamientos menos invasores.
            TERAPIA ANTIANDRÓGENA. Se puede tratar al cáncer de próstata son medicamentos que interfieren con la habilidad de los andrógenos para interactuar con la célula objetivo (por lo general, con la célula cancerígena) en el receptor de la célula. Se emplea uno de los siguientes tres medicamentos: bicalutamida (Casodex), flutamida (Eulexin) o nilutamida (Nilandron).
            La terapia de antiandrógenos se puede emplear junto con análogos de la hormona liberadora de la hormona luteinizante o terapia de estrógenos para bloquear la acción de la producción menor de testosterona en las glándulas suprarrenales. Cuando se hace esto, se está administrando un bloqueo total de andrógenos o un bloqueo máximo de andrógenos. Esto mejora el tiempo de supervivencia con respecto a la terapia de hormona liberadora de la hormona luteinizante sola.
            TERAPIA DE ESTRÓGENOS. Cuando se administra esta hormona “femenina” en los hombres reduce la producción testicular de testosterona. El estrógeno más empleado es el dietilesilbestrol. Los hombres que escogen esta ruta solo toman una píldora de estrógeno cada día. Los efectos secundarios pueden ser crecimiento y dolor de pechos, retención de líquidos, molestias estomacales, náuseas y vómito.
            Los estrógenos elevan en forma significativa el riesgo de problemas circulatorios, como ataques cardiacos y coágulos de sangre. Los hombres con antecedentes de enfermedades cardiacas no deberían tomarlos.
            TERAPIA DE ANÁLOGOS DE LA HORMONA LIBERADORA LUTEINIZANTE. Esta hormona en el cuerpo y estimula a los testículos para producir testosterona. Cuando se eleva la concentración de la hormona en el cuerpo al inyectar esta molécula parecida, los testículos dejan de producir testosterona. Es igual de efectivo que la orquiectomía y no tiene los efectos secundarios de la terapia de estrógenos.
            Para esta terapia se usa el acetato de goserelina (Zoladex) o acetato de leuprolida (Lupron), se administra en una inyección cada 28 días o cada 12 semanas. Es probable que esta terapia elimine el impulso sexual y cause impotencia, aparte de osteoporosis, bochornos y aumento de peso a largo plazo.

RADIOTERAPIA
            La radioterapia consiste en dirigir rayos de alta energía enfocados para dañar y detener el crecimiento de células cancerígenas. Afecta las células sólo en las áreas tratadas.
            Se puede emplear en lugar de cirugía o después de esta para cualquier célula cancerosa que se haya extendido más allá de la próstata. En pacientes con enfermedad metastática, la terapia de radiación se emplea para aliviar el dolor u otros problemas causados cuando el cáncer se extiende a los huesos.
            Se puede dirigir rayos de radiación de una fuente externa (radiación externa) o de una pequeña capsula de material radiactivo (implante de semilla) que se introduce directamente en el tumor o cerca de él (radiación interna, también llamada Braquiterapia).
QUIMIOTERAPIA
            La quimioterapia es la utilización de medicamentos muy tóxicos, como fosfato de estramustina, para tratar de eliminar células de cáncer (sin  matar demasiadas células sanas).
            Algunos canceres se tratan con quimioterapia en sus etapas primeras; con el cáncer de próstata, se emplea solo para pacientes con  cáncer avanzado que se ha vuelto resistente a la terapia hormonal. Básicamente, el uso de la quimioterapia para cáncer de próstata es aliviar los síntomas del cáncer de próstata avanzado al reducir el crecimiento de tumores que podrían afectar a los tejidos cercanos.



            Los medicamentos en la quimioterapia se hacen para tener como objetivo las células que se dividen con rapidez; por desgracia, también dañan los folículos del cabello, el recubrimiento del tracto gastrointestinal y las células que producen los componentes de la sangre de la medula ósea. Por esta razón, los pacientes pueden experimentar perdida del cabello, vomito, nauseas, diarrea, reducción de la capacidad de coagulación de la sangre, reducción de la cantidad de glóbulos blancos y rojos y un riego más elevado de contraer enfermedades.

Diagnóstico

MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO
            El cáncer de próstata es curable cuando se detecta precozmente. Sin embargo, sus primeras etapas pueden no dar lugar a síntomas apreciables, por lo que a menudo pasa desapercibido hasta que el paciente acude para una exploración física rutinaria. El diagnóstico de la enfermedad se realiza mediante algunas de las exploraciones siguientes.
TACTO RECTAL
            Para realizar esta prueba, el médico introduce un dedo enguantado y lubricado en el recto para detectar la presencia de bultos en la próstata. El recto se encuentra justo por debajo de la glándula prostática, y la mayoría de los tumores empiezan por la región posterior de la glándula.  Si se detecta alguna anomalía, hay que realizar otras pruebas para confirmar los hallazgos.
ANÁLISIS DE SANGRE
            Los análisis de sangre se utilizan para medir las cantidades de determinados marcadores proteicos, como el antígeno especifico prostático (PSA), que circula por la sangre. Las células normales que recubren la próstata suelen producir esta proteína y, en pequeña cantidad, se puede detectar en la sangre. Sin embargo, los cánceres de próstata producen una gran cantidad de la misma que se puede detectar fácilmente en la sangre. De esta forma, cuando se encuentra PSA en la sangre en cantidad superior a la normal para el grupo de edad concreta del paciente, se sospecha que existe un cáncer.




ECOGRAFÍA TRANSRECTAL.
            Se coloca una pequeña sonda en el recto y se emiten ondas sonoras a través de ella. Estas ondas alcanzan el tejido prostático y su reflejo da lugar a la creación de la imagen. El tejido normal y los tumores de próstata reflejan las ondas sonoras de forma diferente. Aunque la utilización de la sonda en el recto resulta algo incomoda, el procedimiento suele ser indoloro y a lo mucho tarda unos 20 minutos.
BIOPSIA DE PRÓSTATA
            Si sospecha un cáncer a partir de los resultados de cualquiera de las pruebas anteriores, el médico solicita una biopsia mediante la obtención de una pequeña porción de tejido prostático con una aguja fina. Esta muestra se estudia al microscopio para buscar la presencia de células cancerosas. La biopsia de próstata es la prueba diagnóstica definitiva para la detección del cáncer.
            Si detecta un cáncer durante el examen microscópico del tejido prostático, el patólogo establece la clasificación en grados del tumor, utilizando el método llamado sistema de Gleason. Esto significa que va a clasificar el tumor en una escala de 1 al 10 para indicar su agresividad. Los tumores con la puntuación más baja es menos probable que crezcan y se diseminen a diferencia de los tumores con puntuaciones mayores.
RADIOLOGÍA Y TÉCNICAS DIAGNÓSTICAS POR IMAGEN
            Se solicitara una radiografía de tórax para determinar si el cáncer se ha extendido a los pulmones. Las técnicas de diagnóstico por imagen (como tomografía computarizada y la resonancia magnética), en las que se emplea un ordenador para generar una imagen detallada de la próstata y de las aéreas cercanas, se realizan para obtener una visión más clara de los órganos internos. También se utiliza la gammagrafía para estudiar si el cáncer se ha diseminado hacia el hueso.

Síntomas

SÍNTOMAS DEL CÁNCER DE PRÓSTATA
            Con frecuencia, el cáncer de próstata no produce síntomas, y la enfermedad se diagnostica cuando el paciente acude para una exploración rutinaria. Sin embargo, en ocasiones, cuando el tumor crece o el cáncer se disemina a los tejidos cercanos, se observan los siguientes síntomas:
§  Nicturia.
§  Flujo de orina débil o que se interrumpe.
§  Dificultad para iniciar la micción.
§  Tenesmo urinario.
§  Disuria
§  Hematuria.
§  Dolor persistente en la parte baja de la espalda, las caderas y los músculos (dolor óseo).
§  Puño percusión dolorosa.
§  Dispareunia.
            Es de suma importancia que los hombres que presenten este tipo de síntomas acudan de inmediato con un urólogo para descartar el cáncer de próstata. Muchos hombres tratan de restar importancia o ignorar los síntomas, o se cierran y se niegan a ver a un médico porque en el fondo, temen lo que les pueda decir.

Factores de riesgo

FACTORES DE RIESGO
            ANTECEDENTES FAMILIARES. Tener un pariente masculino en primer grado (abuelo, padre, hermano) con la enfermedad duplica el riesgo de padecer cáncer de próstata.
            EDAD. El riesgo de padecer esta enfermedad aumenta conforme avanza la edad.
            GEOGRAFÍA Y RAZA. La incidencia de cáncer de próstata es más alta en Norteamérica y Europa occidental. Dinamarca tiene la tasa más elevada del mundo. Los afroestadunidenses tienen la tasa más alta de cáncer de próstata en el mundo y es más probable que contraigan las formas más agresivas de la enfermedad.
            GRASA ANIMAL. Los países con dietas más elevadas en grasa animal tienden a tener tasas más elevadas del cáncer de próstata y estudios de control de caso muestran que los hombres que padecen esta enfermedad han ingerido dietas más ricas en grasas animales que sus contrapartes que no tienen cáncer.
            BAJA INGESTIÓN DE ANTIOXIDANTES. Los estudios muestran que una dieta rica en licopenos (que se encuentran en verduras y frutas), vitamina E y selenio (que se encuentran en granos integrales) protege contra el cáncer de próstata.

            VASECTOMÍA. Algunas investigaciones sugieren un vínculo entre vasectomía y cáncer de próstata, en un aumento del 50% de riesgo.
            ACTIVIDAD SEXUAL. Los estudios han descubiertos que los hombres con cáncer de próstata tienen antecedentes de mayor actividad sexual.
            HIPERPLASIA PROSTÁTICA BENIGNA Y PROSTATITIS. Algunos estudios sugieren que antecedentes de alguna enfermedad prostática benéfica pueden aumentar el riesgo de cáncer de próstata.
            OBESIDAD. La obesidad se ha asociado a muchos cánceres, en particular con los que se relacionan con las concentraciones de hormonas. La grasa corporal extra no solo se encuentra ahí, ocupando un espacio; es metabólicamente activa y puede alterar la producción y acción de las hormonas. Un grupo de investigación encontró un firme vínculo entre obesidad de la infancia y el riesgo como adultos de cáncer de próstata. 
            EXPOSICIÓN A PESTICIDAS. En un estudio realizado por el Instituto Nacional del Cáncer, de Estados Unidos demostró que era 14% más probable que los hombres que aplicaban pesticidas (incluyendo metil bromuro, chlorpyrifos, coumaphos, fonofos, forato, permetrina y butirato) como parte de su trabajo contrajeran cáncer de próstata en comparación con la población general.
            EXPOSICIÓN A CADMIO. Los hombres que trabajan en fundiciones de hierro o acero, y en fábricas de hule y otros tipos de manufactura corren un riesgo un poco más elevado.

Cáncer de Próstata

CÁNCER DE PRÓSTATA
E
l CaP en una enfermedad en la que las células de la próstata se vuelven a normales y empiezan a crecer de forma incontrolada, formando tumores.
CLASIFICACIÓN DEL CÁNCER DE PRÓSTATA
            Existen distintas formas de clasificar al paciente con cáncer de próstata: según la extensión del tumor (TNM), el grado histopatológico (Gleason), su estadio clínico o histopatológico, o su riesgo.
            El sistema de clasificación del carcinoma de próstata más utilizado en la actualidad es el TNM, con el que se puede saber el grado de extensión local, afectación ganglionar y metástasis a distancia. La clasificación sólo se aplica a los adenocarcinomas. El carcinoma de células transicionales de la próstata se clasifica como tumor uretral.